El contacto que un niño recibe en la gestación, primeros instantes de vida, meses y años; es el factor primordial que marca la diferencia de una vida llena de carencias o una vida con pertenencia y seguridad. El primer contacto que recibe un niño puede marcar un abismo entre vivir una vida en el amor o en el desamor. Este contacto es definitorio en el tipo de relaciones y la capacidad de entablar relaciones del niño. Es decir, el desarrollo emocional, mental y físico del bebé, están íntimamente relacionados con la calidad del primer contacto.
Existe un término que se deriva de un vocablo griego: “Marasmo”, que hace referencia a una enfermedad que provoca la muerte en los niños que no reciben un contacto adecuado. Vemos que el tacto resulta primordial, ya que brinda nutrición emocional y psicológica, y las dos últimas son igual de importantes que el alimento físico.
El término “nutrición emocional” que se plantea en el libro es muy interesante, ya que, recientemente, en un proyecto social que tiene como fin abordar la desnutrición infantil en una comunidad. Plantean que una de las acciones indispensables es brindar no solo comedores que briden alimentos completos y balanceados, sino también un espacio en donde se impartan clases para los padres e hijos, en donde se fomente la interacción y la construcción de vínculo.
En este proyecto se hicieron muchos estudios relacionados con el alimento físico y el alimento emocional-psicológico. Encontraron que la solución estaba no solamente en promover una alimentación adecuada, sino en promover la implicación de los padres en cuanto al fortalecimiento de vínculo mediante el tacto, la estimulación temprana y el juego. En los resultados encontraron que dos niños en la misma situación de desnutrición, donde el primero cuenta con un sustento emocional y el segundo carece del mismo; el primero tiene mucha más facilidad de salir de la desnutrición una vez que el tema es abordado que el segundo.
El primer contacto sí determina y es sumamente importante en el desarrollo físico, emocional y psicológico de los bebés y niños. El tacto es el alimento primordial, por el cual se comunica el amor y se hace sentir a los pequeños bienvenidos en el mundo y dignos de ser amados en cada momento de sus vidas y de recibir los nutrientes tanto físicos como emocionales.
Referencias: (Tocar es vivir, Mariana Caplan)
REMI: Red de Educadores de Masaje Infantil/México A.C. es una Asociación civil sin fines de lucro, que ofrece una filosofía de vida sólida y humanista en torno a temas de crianza, maternidad, desarrollo humano y masaje infantil a través del futuro
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